
Parque Armando de Holanda Cavalcanti
CABO DE SANTO AGOSTINHO – PERNAMBUCO
Rescate del potencial natural, histórico y cultural
El Parque Metropolitano Armando de Holanda Cavalcanti (PMAHC), ubicado a 30 km al sur de Recife, en el municipio de Cabo de Santo Agostinho, es uno de los principales bienes ambientales y culturales de Pernambuco. Con su perímetro establecido a fines de la década de 1970, por decreto estatal, la protección patrimonial del área es responsabilidad de Suape, institución que administra el Puerto de Suape.
El parque tiene un enorme potencial turístico, con grandes atractivos en los ámbitos paisajístico, geológico, ambiental, histórico, religioso y cultural, otorgándole una gran relevancia regional. Actualmente, la infraestructura existente en el parque limita la experiencia de los visitantes, quienes, en general, no tienen la posibilidad de entrar en contacto con la mayoría de las atracciones existentes debido al difícil acceso, falta de señalización, falta de vigilancia y falta de mantenimiento.

La solución encontrada para obtener suficientes recursos financieros para superar los obstáculos y transformar el PMAHC en una atracción turística más relevante fue la construcción de una alianza público-privada. Los lineamientos de esta alianza fueron elaborados a partir de una modelación técnica y financiera, identificando la viabilidad de la inversión y los beneficios a generar en el sitio.

El masterplan del futuro PMAHC se basó en tres pilares fundamentales: Re-iluminación, Conexión y Turismo. El primero, Re-iluminación, busca resaltar todos los bienes históricos, culturales y ambientales que se encuentran dentro del parque, como sus edificios religiosos, las ruinas militares y la riqueza geológica. Conexión trata del intento de hacer del parque un lugar accesible, donde todos puedan visitar las atracciones y utilizar el parque como una forma de conectarse con la naturaleza, el agua y la cultura local. Y Turismo se refiere al tipo de infraestructura que se creará en el proyecto, que buscó crear puntos de apoyo para los visitantes, con baños, alimentación, espacios de recreación, transporte interno, espacios para actividades educativas y un

Con base en el levantamiento de todas las potencialidades del parque y la definición del acceso principal, el área del proyecto se dividió en cuatro núcleos. Esta división se relaciona con la ubicación de los principales atractivos de cada tramo, además de ayudar a crear rutas de visita que atiendan a los turistas. Los núcleos son: Receptivo, Histórico, Ambiental y Agua.
El Núcleo Receptivo es la plaza de ingreso al parque, desde donde parten nueve senderos de diversa dificultad, un sendero para la circulación de un vehículo interno y dos líneas de teleférico. Estos ejes de circulación recorren miradores, edificios históricos, ruinas, fuentes y piscinas naturales del parque. Sin embargo, los recorridos en sí son un atractivo, con impresionantes vistas que a veces se abren al Atlántico, a veces a los barrancos.

Los principales edificios históricos del PMAHC son el Forte Castelo do Mar, el Antiguo Cuartel, la Batería de Calhetas y la Casa do Faroleiro. Este último, donde antiguamente residía la persona que controlaba el faro, se consideró el principal edificio a restaurar, recibiendo un nuevo uso, con una expografía que narra la historia de la región. A pesar de tener un volumen sencillo, del que sólo quedan los muros exteriores, la Casa do Faroleiro tiene un gran atractivo por encontrarse en un punto privilegiado, donde se cruzan todos los caminos y donde se encuentran los núcleos. En este proyecto, se agregó una cubierta translúcida y algunas pasarelas que atraviesan el edificio, alcanzan el nivel superior y avanzan hacia el exterior en balcones que están en voladizo y brindan a los visitantes la oportunidad de experimentar la increíble vista desde el piso superior.


Esta directriz de restauración también fue adoptada para las demás ruinas. Se buscó preservar en su totalidad lo que ha resistido el tiempo y realizar intervenciones mínimas con elementos que se destaquen por sus colores fuertes y diferentes materiales, que ayuden estratégicamente a preservar la ruina remanente y permitan la visita de los turistas a las edificaciones. El Antiguo Cuartel y el Forte Castelo do Mar también ganaron nuevas cubiertas para garantizar puntos de apoyo y usos interpretativos y contemplativos.


Además de las restauraciones, se propusieron nuevas construcciones para el parque. Todos, con diseños arquitectónicos que se integran armoniosamente a la topografía, fueron implantados en claros existentes para reducir el impacto ambiental. En el Núcleo Receptivo se planteó un edificio de ingreso con boletería, estación central de teleférico y museo, los tres ubicados en la ladera de un gran barranco, reduciendo la interferencia en el paisaje y funcionando como catalizadores para el tratamiento de aguas para evitar los avances de la colmatación del suelo.
En el Núcleo Histórico se creó una estación de llegada de teleféricos, unos puntos de apoyo a los senderos, que siempre están asociados a los miradores, y un pequeño hotel con cabañas prefabricadas. En el Núcleo Ambiental, se agregó un área recreativa para actividades de aventura, con tirolinas, arborismo y escalada, y un restaurante de acceso libre que se implantó junto a la Praia de Calhetas, donde es fundamental que exista un acceso secundario al parque ya que es ya un polo consolidado de turistas.




